El sábado 18 de mayo, se dio lugar a la marcha “Por la Vida”, en defensa de la vida humana, organizada por la Oficina “Vida y Familia” de la Diócesis de Chiclayo, con la dirección del P. Jorge Antonio Millán Cotrina. Al evento asistió Mons. Edinson Edgardo Farfán Córdova, O.S.A., Obispo de Chiclayo, organizaciones sociales y civiles de la región, fieles católicos y personas de buena voluntad que apoyan a la causa.

Una multitud de personas se congregó para participar de la marcha “Por la Vida”, que tenía como motivo principal el protestar en contra del aborto, la eutanasia y solidarizarse con los más vulnerables. El recorrido inicio a las 4:00 p.m., en el Parque San José Obrero, y terminó en el Paseo Las Musas.

Durante su discurso en el punto final de la marcha, Mons. Edinson Farfán, agradeció a todos los presentes que se habían dado el tiempo de apoyar y alzar su voz en defensa de la vida humana.

Además, mencionó el motivo real del cristiano en participar de esta protesta: “Con esta marcha recordamos y defendemos el regalo divino de la vida, desde su concepción hasta la muerte natural. La enseñanza católica nos guía a proteger y valorar cada vida humana, un don sagrado, reflejo del amor de Dios”.

Asimismo, pidió a todos los presentes unión y apoyo para las mujeres embarazadas en situaciones difíciles y les agradeció por escoger defender la vida: “Mi respeto, gratitud y oración a estas mujeres valientes que dijeron sí a la vida y ahora cuidan a sus hijos con gran amor y esfuerzo”.

También, se refirió a la eutanasia como una forma errada de mostrar compasión por los enfermos en situaciones terminales: “De igual manera y con la misma fuerza, como hijos de Dios, rechazamos la idea de que la eutanasia sea una solución compasiva al sufrimiento humano. La verdadera compasión y ternura implica cuidar, acompañar, involucrase en la escena del dolor y sufrimiento para estar cerca de quienes enfrentan enfermedades terminales, brindándoles el apoyo necesario para vivir con dignidad hasta el final natural de sus vidas”.

De igual manera, se refiere al aborto y a la eutanasia como crimines de lesa humanidad y que ninguna ley humana puede legitimarlos: “En la carta encíclica Evangeli Tutti, de nuestro amado Juan Pablo II, él destacaba la responsabilidad de toda la sociedad en defensa de la vida humana (…) “La vida es un don de dios y quien intente destruirlo, está desafiando al creador”. Así pues, el aborto y la eutanasia son crímenes que ninguna ley humana puede pretender legitimar”.

Por último, Mons. Edinson, mencionó el compromiso de todos los presentes de proteger la vida humana y crear una cultura de la vida en nuestra sociedad, donde cada persona, sin importar su fase de desarrollo sea respetada, amada y protegida. Además, recordó a las instituciones sociales y políticas que su deber fundamental es el proteger y promover la vida humana, en comunión con el Papa Francisco y el magisterio de la Iglesia, ofreciendo a las mujeres, que son portadoras de la vida, las condiciones necesarias para poder acoger el don de la vida, y asegurar a sus hijos una existencia digna.

Chiclayo, 20 de mayo de 2024.

P. Fidel Purisaca Vigil

Director

Oficina de Medios de Comunicación Social

Diócesis de Chiclayo – Perú.